lunes, 24 de abril de 2017

"Ana" de Roberto Santiago

Años atrás, Ana Tramel fue una brillante penalista a la que se disputaban los mejores despachos. Un oscuro suceso en su pasado cambió su vida y ahora pasa sus días entre recursos administrativos en un mediocre bufete, ahogándose en un vaso de whisky. Pero su vida da un vuelco cuando su hermano Alejandro, con el que no habla desde hace cinco años, la llama angustiado. Ha sido detenido por el asesinato del director del Casino Gran Castilla. Ana pide ayuda a su jefa y vieja amiga, Concha. Necesita la estructura y recursos del despacho para llevar adelante una defensa en la que tiene prácticamente todo en contra. Acompañada de un peculiar equipo (un viejo investigador, una abogada novel y un becario ludópata) se enfrentará a las grandes empresas del juego. Ana, un thriller absorbente protagonizado por una mujer inteligente pero acabada, brillante pero autodestructiva, única. Un oscuro asesinato. Una protagonista que dejará huella. Una batalla que todos dan por perdida. Un thriller que no podrás olvidar.


Normalmente, aunque en un libro el peso de una investigación o la narración de la historia se realice desde el punto de vista del protagonista, al final casi siempre la trama se apodera del libro, dejando al protagonista en un segundo plano. Pero en este libro es justo lo contrario. Aunque empieza con un hecho drástico, la llamada del hermano pidiéndole que le defienda en un caso de asesinato, la protagonista Ana Tramel se apodera del libro, de la historia y de los pensamientos del lector desde el principio, convirtiéndose en el centro de una historia de suspense supeditada a su persona. Y es que el título del libro no puede ser más claro. Este libro es la historia de Ana, es Ana, y punto.

Y es que esta persona, que no personaje, lo tiene todo y no tiene nada. Es una abogada excelente, primera de su promoción, a la que todos los bufetes se rifaban, pero que con un hecho desafortunado que no sabemos hasta bien avanzado el libro, ha perdido el rumbo, el control de su vida y su salud. Está hundida en un pozo de alcoholismo y adicción a los narcóticos y antidepresivos. Y es esta persona la que se tiene que enfrentar al caso más importante de su vida; un caso que es imposible de ganar. A su hermano le acusan del asesinato del director de un casino, con testigos y grabaciones. Y sólo cuenta con la ayuda de un pequeño bufete en quiebra especializado en recursos de multas, formado por una amiga con sus propios problemas y dos abogados novatos, y un investigador privado al que prácticamente no puede permitirse pagar.

Y esa llamada, que atiende y acepta, el hacerse cargo de la defensa de su hermano, destapa la caja de los truenos. Y es que nada es lo que parece, y una pregunta lleva a mil preguntas más. Un caso de asesinato da lugar a la apertura de lo que parece la puerta a un infierno, judicial y personal, con derivaciones sorprendentes.

Con esta historia Roberto Santiago nos muestra dos mundos muy diferentes entre sí.

Por un lado, el mundo truculento del juego, legal y no legal. Con una crítica bastante dura a la falta de protección de los intereses públicos por parte de los estamentos estatales. Y es que si para luchar contra el tabaquismo o el alcoholismo se prohibe los anuncios de tabaco y alcohol, en el mundo del juego sucede lo contrario. A pesar del alto número de casos de ludopatía, el juego está en todas partes: anuncios de casas de apuestas a todas horas (sobre todo durante los partidos de fútbol), bingo o poker en televisión (aunque sea a horas intempestivas), etc.

Por otro lado, nos ofrece una imagen muy fidedigna (dentro de lo que sabe una profana del derecho como yo) de los procesos judiciales en nuestro país, al explicarnos los pasos que tiene que dar Ana tanto en el proceso judicial principal, como en otros casos que aparecen por el camino. Una forma amena y gráfica de mostrarnos como funciona, aunque sea someramente, la justicia en nuestro país; la instrucción, el jurado, como se desarrolla un juicio,... alejándonos de esa imagen televisiva de los juzgados americanos.

Y todo ello sin que resulte pesado o aburrido en ningún momento. Es una lectura más que amena, adictiva, que te atrapa en cada una de sus más de ochocientas páginas. Una verdadera joya que no podéis dejar de leer,

3 comentarios:

  1. De este libro sólo estoy viendo muy buenas opiniones. Me alegra ver que también lo has disfrutado. Más que apuntado lo tengo.
    Besotes!!!

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  2. La verdad es que Ana, con esta novela, consigue crearte una nueva adicción: se llama lectura, que cada uno llevará más o menos bien a lo largo de su vida, pero que cuando te topas con esta historia, sabes que te llevará de cabeza, porque Ana es una droga pura y sin aditivos.

    Con respecto a tu reseña, suscribo todo lo que dices, porque no se puede estar más acertada en todas las observaciones que has hecho.

    Un beso.

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  3. La tengo apuntada que me apetece un montón. Besinos.

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